jueves, 17 de marzo de 2011

Crash Bandicoot: El Comienzo





La lluvia caía torrencialmente y en una isla perdida de Australia algo extraño iba a suceder. En lo alto de una rara y misteriosa torre, un científico malvado llamado Neo Cortex reclutaba un ejército de bestias mutantes, resultados de sus experimentos macabros con bellos animalitos de la zona. Koalas, canguros y dragones de komodo ya habían caído bajo su poder.  Su intención no era otra que la de conquistar el mundo y para ello contaba con la ayuda de su secuaz y mano derecha, Nitrus Brio.


Nitrus Brio era un excelente científico. Confiaba en el doctor Neo Cortex y soñaba algún día con dominar el mundo junto a él. Sin embargo, el pobre no se daba cuenta de que el doctor tan sólo lo utilizaba y pretendía deshacerse de él cuando éste ya no fuera necesario.


Esa noche N.Brio y el doctor Cortex darían con la pieza necesaria para que la humanidad se echara a temblar. Habían capturado en estado salvaje a un bandicoot, el cuál sería el líder de su batallón. Mientras N.Brio ultimaba los detalles, el maligno científico se frotaba las manos:
“Cuando el bandicoot esté listo, no habrá barreras para el gran doctor Neo Cortex. El mundo sucumbirá a mi poder y los caprichos y pamplinas de N.Brio pasarán a mejor vida”.


Todo estaba a punto para el gran momento. Los cables estaban conectados. El asiento estaba preparado. El bandicoot estaba drogado y dormido. La máquina comenzaba a funcionar y la silla a subir, imparable hacia la consecución del experimento.
Las luces y  sonidos distorsionados indicaban que el proceso ya había dado lugar a comienzo. Imaginando al bandicoot liderando a su batallón, el doctor Cortex se frotaba las manos. Sin embargo…

-¿Qué demonios pasa?-preguntó el doctor.
Unos extraños ruidos salían de la máquina. En el panel principal, aparecieron las palabras: Bandicoot 1.0: Abortado. De repente, ésta se paró y el bandicoot cayó al suelo.
¡Deprisa, atrápalo!-gritó Cortex.
N.Brio se quedó anonadado ante la escena. El bandicoot se levantó del suelo y comenzó a correr. El doctor, frustrado ante su fallido experimento, corría y corría detrás del animal pero éste era más veloz.




En peligro, el bandicoot optó por lanzarse al vacío a través de la ventana.





Mientras tanto, dos secuaces del maligno doctor agarraban a una bandicoot salvaje, con intenciones hasta el momento desconocidas…


A la mañana siguiente, una ola despertó a Crash en una brillante y caluroso día. Pegó un salto y se quitó la arena del cuerpo. Contempló con fascinación el increíble escenario de la playa N.Sanity. Debía investigar cuales eran las intenciones del doctor Cortex y que quería hacer con él y su novia…



Comenzaba una aventura. Comenzaba Crash Bandicoot.